El estrés se puede definir como un proceso y/o como un estado de desequilibrio del organismo.

Este estado y proceso, es generado por factores diversos y complejos que resultan de la interacción continua entre la persona y su medio.

El estrés se ha convertido en una perturbación típica de hombres y mujeres de la sociedad moderna y lamentablemente esta "enfermedad" presenta cada vez mayor incidencia en la población.

Los síntomas del estrés son también diversos y se manifiestan afectando las áreas: física, psicológica, social, laboral, intelectual, con el consecuente desequilibrio de la salud. Las personas afectadas por estrés suelen decir: "¡Estoy fuera de mí!", "estoy extenuado, acelerado y no puedo parar", "tengo tantas obligaciones...". Este tipo de frases son signos de alarma, y es importante prestarles atención ya que, si la persona "no hace algo", puede comprometer su salud.

La manera como el estrés se manifiesta en cada persona, es única. Quiero decir que el universo de síntomas puede variar de persona a persona.

Pero el estrés puede "detenerse, reducirse y la persona puede recuperar su equilibrio"

Cuanto más pronto se tiene conciencia del estado (por ej., reconoce los síntomas de estar fuera de si, o de pérdida de control) también será más rápido el restablecimiento de la salud.