En cada sesión creamos un espacio en el que la persona tiene posibilidades de expresarse, comprender, explorar las actividades y situaciones de su vida actual. En suma, poner en palabras las preocupaciones, problemas, proyectos, deseos, sueños que surgen en su vida.

Los temas que se tratan, son propuestos por la persona. Es ella o él quien decide qué temas urgen o son relevantes de explorar en cada sesión. Juntos, terapeuta y paciente investigamos por ejemplo: las sensaciones, emociones, pensamientos, deseos, relaciones entre las muchas posibilidades que cada persona vive y siente que necesita revisar y profundizar de las experiencias de su vida.

El punto de partida de cada entrevista es: establecer un encuentro basado en el respeto recíproco, reconocimiento y aceptación del universo personal, y establecer una relación de mutua confianza.

El objetivo de crear este espacio es: contar su historia, ser escuchado y escuharse. Agudizar la capacidad de reflexión sobre el modo como cada uno vive e interpreta sus experiencias y poder ver la misma situación desde diferentes perspectivas, comprendiendo así las posiciones de los diferentes actores y su propia actuación. Al explorar y comprender las posiciones de los actores (los otros que participan en la situación que estamos explorando) y la de uno mismo, puede descubrir otras posibilidades de acción.

El o los motivos que cada persona tiene para solicitar una terapia conmigo, son diversos. Como ejemplo: preocupaciones reiterativas, tristeza, duelo, ataques de pánico, ansiedad, pérdida/s, cuestionamientos existenciales o síntomas físicos como insomnio, tensiones musculares, cansancio, dolores, dolor de cabeza recurrente, diversas alteraciones como estar irritable, desasosiego. Muchas personas se acercan por interés en realizar una vida auténtica en una sociedad alienante.